Desde niños nos han inculcado que hay que comer de todo, y sino es así, ya te lo decimos nosotros: llevar una dieta sana y equilibrada es fundamental para dar lo mejor de nosotros mismos en nuestras tareas diarias, con nuestros amigos o a nuestras parejas.
Intentar completar la pirámide alimenticia o la mayor parte de ella a diario con todo lo que comemos es la forma más sencilla de asegurarnos de que llevamos una dieta equilibraday de que no nos falta ningún tipo de nutriente.
Como podéis ver en la imagen, la pirámide alimenticia se puede dividir en hasta cuatro pisos, cinco si incluimos abajo del todo el agua, que también es un alimento fundamental para el cuerpo humano.
Cada piso de la pirámide alimenticia aporta un tipo diferente de nutriente principalmente, los cuales podemos decir, para simplificar, que son los siguientes:
- Carbohidratos
- Grasas
- Proteínas
- Vitaminas y minerales
Aunque obviamente un alimento puede tener propiedades muy variadas: por ejemplo la carne roja es una fuente muy buena de proteínas pero también tiene una cantidad considerable de grasas.
Indice de contenidos
Primer nivel de la piramide: carbohidratos
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo humano, y además esta se absorbe de forma relativamente rápida, por lo que son el alimento más básico para el ser humano junto con el agua. Alimentos ricos en carbohidratos son, por ejemplo, el pan, los cereales o la pasta. Es recomendable que el 45% de la cantidad de energía que ingerimos sea en forma de carbohidratos, así que no escatimes estos en tu dieta.
Segundo nivel: frutas y verduras
Otro nivel importantísimo y con alimentos con muy buenas propiedades, como es por ejemplo el kiwi. Los nutrientes esenciales que aportan las frutas y verduras son, principalmente, vitaminas y minerales, así como una buena cantidad de carbohidratos en forma de fructosa en el caso de las frutas. Todos los días deben comerse entre tres y cinco piezas de fruta, a poder ser variadas, y una ración de verduras.
Tercer nivel: carne, pescado y lácteos y frutos secos
La leche, junto con el pan, es uno de los alimentos que más nutrientes nos aporta, puesto que goza de gran cantidad de proteínas, carbohidratos en forma de lactosa y grasas, por no hablar de que es la principal fuente de calcio dentro de nuestra dieta. Además de leche también puedes complementar tu dieta con otros lácteos, como el queso o los yogures, además del huevo, una excelente fuente de proteínas de absorción rápida.
La carne y el pescado son las principales fuentes de proteínas que debe haber en una dieta sana y equilibrada, así que intenta comer al menos 2 veces alguno de estos alimentos diariamente: ternera, pollo, carne de cerdo, pescado azul o blanco… el atún es un excelente alimento: fácil de preparar, rico en proteínas y se conserva sin problemas enlatado.
Los frutos secos son una excelente opción para picar entre horas, como por ejemplo las nueces o avellanas, ya que aportan proteínas y grasas no saturadas, que son muy beneficiosas para el organismo.
Último nivel: dulces y alimentos con excesivas grasas
De vez en cuando es bueno darse algún capricho, pero los alimentos que se encuentran en este nivel deben consumirse con moderación, intentando no comerlos todos los días. Alimentos incluidos en este nivel de la pirámide alimenticia son, por ejemplo, la comida basura, la bollería, las golosinas…