Nadar es todo un arte y existen cuerpos más preparados que otros para la natación, por eso ser el más rápido de la piscina nadando no es fácil, pero si estás empezando a aficionarte a la natación, vas a nadar a menudo y te ves superado por la mayoría de las personas que ves en la piscina, debes seguir estos consejos para mejorar tu técnica y, con ello, tu velocidad y resistencia a la hora de nadar.
La técnica de la brazada
Seguro que una de las cosas que te pasa es que te agotas muy pronto, sobre todo muscularmente, y notas como tus músculos se agarrotan, sobre todo los hombros, la espalda y el pecho. Bien, esto no es más que por una mala técnica principalmente, aunque tu resistencia también influye. Pero sin duda mejorando la técnica puedes hasta triplicar el tiempo que aguantas nadando en la piscina.
Una buena brazada es aquella que es potente pero que a la vez se realiza bien técnicamente, sin volverse loco y, sobre todo, concentrando nuestra fuerza en puntos clave para no desgastar los músculos principales, como el hombro. Para que esto no te pase, debes concentrar la fuerza de la brazada en la parte final del brazo, en tu antebrazo y, en menor medida en la mano. Para ello mano y antebrazo deben ir alineados como un bloque, así cuando tires con la mano harás fuerza con el antebrazo.
Otro punto importante es que debes mantener el brazo casi estirado por completo. Doblar el codo te permitirá hacer menor desgaste en una brazada, pero avanzarás mucho menos, con lo que al final cansarás más. Otra cosa que debes hacer, por si acaso no lo sabes, es mantener los dedos de la mano juntos a la hora de dar una brazada. Piensa que en la natación cuanta más agua muevas con la mano más avanzas.
La respiración
Quizá este sea el punto más importante, ya que si no respiras bien, tus músculos no recibirán el oxígeno que necesitan para tener fuerza y resistencia. La natación exige muy buena coordinación, entre otras cosas a la hora de coger y expulsar aire. Para respirar correctamente, debes tener en cuenta tres cosas:
- Debes marcarte un ritmo: cada 2 brazadas, cada 4 brazadas… Normalmente si estás empezando o vas a hacer una distancia larga sin parar debes respirar cada 2 brazdas (izquierda, derecha, respirar, izquierda, derecha, respirar). Si te ves con más capacidad, respira cada cuatro brazadas.
- Mantener la cabeza en la línea de la columna vertebral: cuando saques la cabeza para respirar, hazlo de lado, nunca mirando al frente, de esta forma conseguirás mantener el eje de tu cuerpo intacto, con lo que eres más aerodinámico y avanzarás más.
- Expulsa el aire debajo del agua mientras das las brazadas. Recuerda que en el agua no puedes inspirar, pero si expirar.
La técnica en la patada
La patada es, junto con la brazada, lo que te hace avanzar. Muchas personas no utilizan las piernas a la hora de nadar, y la gran mayoría las utilizan mal. No olvides que la pierna es el músculo más grande del cuerpo: te puede ayudar bastante.
Una buena patada es aquella que se realiza con toda la fuerza de la pierna. Para ello, en lugar de utilizar únicamente el tobillo como seguro que estabas haciendo hasta ahora, debes intentar dar la patada desde la cadera, inclinando tu cuerpo ligeramente de lado a lado con cada 2 patadas, así utilizarás toda la fuerza de los principales músculos de tu pierna: el bíceps femoral y el cuádriceps.
Además, debes establecer un ritmo a la hora de dar patadas: puedes empezar realizando 1 patada por cada brazada, brazada con mano izquierda, patada con pie derecho, y cuando lo tengas dominado intenta dar 2 patadas con cada brazada, cambiando la inclinación de tu cuerpo con la segunda para coger con más fuerza la siguiente brazada, sin exagerar el movimiento.
Esperamos que estos consejos te ayuden a la hora de mejorar cuando practiques natación, ¡y que nades más rápido gracias a ellos!