Puede parecerte un mito o una verdad como un templo, pero puedo asegurarte que es mucho más fácil adelgazar si tendemos a comer en casa o llevar al trabajo comida de casa en su defecto, y voy a darte algunas razones:
Comiendo en casa sabes lo que comes
Es así de simple. Muchas veces pides un plato en un restaurante y cuando te lo sirven ves que trae muchas más cosas de las que se dicen en la carta. Comiendo en casa y, sobre todo, si te haces tu propia comida, sabrás exactamente los ingredientes que tienen tus platos.
Puedes controlar la cantidad
Cuando cocinas en tu casa puedes medir fácilmente las cantidades en las comidas, mientras que cuando comes fuera, incluso en el supuesto caso de que lleves una báscula, algo poco probable y nada cómodo, no podrás saber el peso en crudo de los alimentos, ya que ya te los sirven cocinados.
Comes cosas más naturales
No es lo mismo una salsa de tomate hecha por ti en casa que una que te sirvan en un restaurante de comida rápida por ejemplo, la cual estará cargada de azúcares añadidos y grasas trans, que tan perjudiciales son para nuestra salud.
Aún así cuidado con lo que comes. A pesar de que lo cocines en casa, hay ciertos alimentos con los que es fácil que se te vaya la mano, como echando demasiado aceite a las comidas, ya sea para freír o aliñar, o simplemente echando demasiada cantidad de algo por tener mucha hambre. Comer en casa cosas sanas no significa que puedas hacerlo sin límites de cantidad, ya que los alimentos sanos, en exceso, te impedirán adelgazar e incluso te harán engordar.