La mayoría de las personas, sobre todo aquellas muy mal informadas, tienden a demonizar las grasas acusándolas de ser el principal enemigo que no permite perder peso. Es cierto que el exceso de peso normalmente se acumula en forma de grasa, pero no es cierto que la grasa que comas automáticamente va a ir a tu barriga o cualquier otra parte del cuerpo, y vamos a explicar por qué.
Antes de seguir leyendo este artículo me gustaría que tuvieras en cuenta que cada persona funciona de una manera diferente según su predisposición genética, por lo que lo que viene explicado a continuación es lo que normalmente ocurre, pero puede no ser así según las circunstancias de cada uno, por lo que para asegurarte de que haces lo correcto en cuanto a la ingesta de grasas debes acudir a un médico, endocrino o nutricionista para que te realice un estudio personalizado.
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El exceso calórico
Vamos a empezar diciendo que la anterior frase no es cierta, no es el exceso de peso lo que se acumula en forma de grasa, ya que puede haber un exceso de peso que se acumule en forma de músculo (algo que sí nos suele interesar). Lo que realmente se acumula en forma de grasa es el exceso calórico que nuestro cuerpo no necesita utilizar, y da igual de dónde vengan esas calorías extra, van a acumularse en forma de grasa.
Pero es que puedes estar comiendo 0 gramos de grasa al día y estar ganando grasa, metabolizando un exceso de carbohidratos en grasa, y puedes comer 100 gramos de grasa al día y perder grasa siempre que estés en déficit calórico.
Es cierto que la grasa es el macronutriente más denso calóricamente: 1 gramo de grasa contiene 9 kilocalorías, mientras que 1 gramo de carbohidratos y 1 gramo de proteínas ambos contienen 4 kilocalorías, por lo que consumiendo alimentos ricos en grasas es más fácil excederse con las calorías.
Aprendiendo a consumir grasas
Sin embargo consumiendo las grasas adecuadamente podemos aprovecharnos de sus beneficios, los cuales comentaremos en el siguiente apartado, y a la vez no engordar. Lo importante, como ya dijimos muchas veces, es el total calórico que consumas a lo largo del día. Debes calcular tu consumo diario de calorías y nunca excederte si no quieres engordar, entonces podrás estar comiendo grasas tranquilamente y no ganar peso.
Además no todas las grasas son iguales. Calóricamente sí, pero en cuanto a los beneficios que nos aportan desde luego que no.
Beneficios de las grasas
Dentro de las grasas las podemos encontrar saturadas, insaturadas y poli-insaturadas, siendo las dos últimas, sobre todo las insaturadas, las más beneficiosas para nuestra salud, y las saturadas las menos beneficiosas aunque también necesarias.
Normalmente tendemos a consumir muchísimas grasas saturadas y pocas grasas saludables, de las cuales os hablamos en otro artículo, y lo que hay que hacer es invertir esta tendencia.
Las grasas saludables ayudan a regular el colesterol, aumentando el colesterol bueno, a evitar problemas en nuestro sistema circulatorio, a regular una gran cantidad de hormonas, entre ellas por ejemplo la testosterona, la cual ayuda a crear masa muscular… además, los ácidos grasos omega 3 también tienen innumerables beneficios.
Conclusión
Si estás a dieta no huyas de las grasas, huye del exceso calórico y aprovéchate de los beneficios de las grasas saludables, las cuales puedes obtener en el salmón, el aceite de pescado destilado (omega 3), aceitunas, aceite de oliva, frutos secos (especialmente nueces), aguacate… y reduce el consumo de grasas saturadas (frituras, bollería, salsas…).